"Te puedes sentar, viajero, en esta casa de piedras: es tarde tal vez bajo tu bandera, en tu patria. Aquí siempre es temprano y el fuego está por encenderse (...) Tú, si quieres permanecer o disolverte, puedes hacerlo. Lo único que se exige es azul"

Estas palabras de Pablo Neruda me parecieron oportunas y cálidas para darte la bienvenida. Sean, entonces, la puerta de entrada a mi casa de palabras. Con ellas y las de Octavio Paz comenzamos a navegar.

..... " La poesía /siembra ojos en las páginas /siembra palabras en los ojos /
..... Los ojos /se cierran. /Las palabras se abren."

sábado, 26 de febrero de 2011

IGUAL QUE UN REY
He estado leyendo la hermosa novela del escritor iraní Kader Abdolah El reflejo de las palabras, En ella se narra la historia de un tejedor de alfombras de la región montañosa de la antigua Persia. El protagonista, sordomudo de nacimiento, ha escrito su diario utilizando los símbolos de una antigua escritura cuneiforme, aún sin descifrar, que hiciera grabar un rey lejano en una cueva del monte sagrado del Azafrán.
No es mi propósito comentar ni reseñar libros, pero sí quiero compartir el procedimiento con que el tío del protagonista iniciara a éste en los misterios de la escritura.
Luego de aclarar que no hay sendero que conduzca a la gruta y que hay que ir ascendiendo un poco intuitivamente, tío y sobrino al fin llegan y se internan en su interior. Una vez allí el tío sólo levanta su lámpara, ilumina la inscripción e incita a su sobrino a copiar las palabras. Más tarde, ya de regreso en su casa, le dirá:

"-Ven, trae el cuaderno y la pluma y siéntate junto a la estufa. Presta atención. Esas palabras del rey que has copiado, ¿sabes de qué tratan? Es una carta, algo que el rey tenía metido en la cabeza. Pero nadie sabe su significado. Sin embargo, algo quiso decir. Ahora te toca a ti. Tú también puedes escribir una carta, aquí mismo, en la página siguiente. Y en otro momento, otra, en otra página. Puedes apuntar lo que tengas en la mente, igual que el rey. Inténtalo."

El tío no se detiene en eso que a los maestros nos encanta: ¿qué quiso decir el autor? El es práctico: "algo habrá querido decir” Porque no es eso lo importante, lo importante es: -Ahora te toca a ti. Puedes escribir lo que tengas en la mente, igual que el rey.  

El procedimiento, eterno y sabio, es simple: mostrar las palabras, iluminarlas, y animar. No es poca cosa: animar significa dar alma. Por eso alcanza, simplemente. con decir: -Vamos, comienza, no tengas miedo.

Oscar Wilde, que de esto algo sabía, dijo: "No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir, y decirlo."

Cuando yo leí, en la novela, esas palabras: "escribir, igual que el rey" no pude menos que recordar lo que dijera Emilia Ferreiro:

“Hay que apuntar a formar individuos que transiten con confianza, con seguridad, en el universo de la lengua escrita. Es importante tener cada vez más personas en condiciones de producir textos, porque hay un enorme riesgo, en esta sociedad consumista en que vivimos, en pensar en los lectores solamente como consumidores de textos.
Particularmente cuando trabajamos con niños de grupos socialmente marginados es más necesario pensar en esta especie de lector completo que es lector-productor-crítico-comentarista-espectador y actor, porque cuando mayor es la distancia económica que los separa del libro, también mayor es la extrañeza con respecto a la lengua escrita. No por nada los poseedores de la escritura y los poseedores del dominio político y cultural han coincidido en la historia de los pueblos. Si queremos democratizar el acceso a la lengua escrita hay que democratizarlo en un sentido amplio: no formar consumidores de textos sino dando oportunidades para que todos circulen, comprendiendo y produciendo, en los variados territorios de la lengua escrita”

2 comentarios:

  1. Mostrar las palabras... iluminarlas... animar. Qué hermoso Mercedes. Como la luz que arrojas sobre ese texto y sobre la vida.

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  2. Gracias, María! Los textos siempre nos hablan al oído de manera muy personal. Por otra parte, es una magnífica novela. Disfruté muchísimo su lectura

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