"Te puedes sentar, viajero, en esta casa de piedras: es tarde tal vez bajo tu bandera, en tu patria. Aquí siempre es temprano y el fuego está por encenderse (...) Tú, si quieres permanecer o disolverte, puedes hacerlo. Lo único que se exige es azul"

Estas palabras de Pablo Neruda me parecieron oportunas y cálidas para darte la bienvenida. Sean, entonces, la puerta de entrada a mi casa de palabras. Con ellas y las de Octavio Paz comenzamos a navegar.

..... " La poesía /siembra ojos en las páginas /siembra palabras en los ojos /
..... Los ojos /se cierran. /Las palabras se abren."

viernes, 13 de mayo de 2011

Ecos de Bogotá

  • El 10º Congreso de Lectura ha culminado. Días intensos, de encuentros, aprendizaje, intercambios... Una sala abarrotada y entusiasta ha seguido nuestra intervención: El reflejo de las palabras: cómo leer  y escribir poesía con niños. Es que en Bogotá hay un poeta en cada esquina, nos asegura una amiga. Y confirmándolo, poemas, muchos poemas, en libros o aún en papelitos sueltos, llegan a nuestras manos, al finalizar la charla. Los jóvenes poetas desconocidos atestiguan así su afecto, su convicción de que la poesía, por sobre todas las cosas, es capaz de unir a los hombres.
  • Las paredes limpias no hablan dice un graffitti en Bogotá. Por eso se engalanan con leyendas, con colores, con alegría.

Pero también con reclamos



  • Taller para Niños y Padres en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, del Fondo de Cultura Económica.  Compartimos con ellos las inquietudes de Anaclara frente al espejo. Todos tienen sus dudas, sus preguntas personales e íntimas. También ellos buscan respuestas en los espejos.


¿Qué hombre hace la fuente del futuro, con guitarra, en el verano del bosque?

¿Cómo sería viajar perdidos, sin raíces?
¿Pueden hoy jugar los niños entre cenizas?

  • Museo del Oro. Filigranas que atestiguan, además de una técnica extraordinaria, una profunda sensibilidad.Y allí, el impacto, la emoción callada de la Sala de las Ofrendas. Un espacio circular en  penumbras, seis vitrinas cilíndricas que conectan cielo y tierra, donde el oro centellea y parece girar. Instrumentos, cantos, voces que trasmiten, sin palabras, la intensidad de una ceremonia sagrada. Y el sonido del agua recibiendo las joyas que caen a la laguna como ofrenda a los dioses, regresando a sus orígenes. Cuando se enciende la luz y la puerta se abre todos tenemos los ojos húmedos. Salimos sin hablar.

  • La Embajada del Uruguay en Colombia propició nuestra visita a la escuela "República Oriental del Uruguay". Allí los niños, inquietos, curiosos, quisieron conocer detalles sobre nuestra labor y sobre el país. ¿Qué te inspiró a escribir Los espejos de Anaclara? ¿Cuáles son los bailes típicos del Uruguay? preguntaron ante la mirada atenta de maestras y visitantes. Pero, en la complicidad de un pasillo, el secreto dicho al oído: ¿De verdad conoces a Forlán?

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