Pregunta frecuente entre los adultos mediadores de poesía, fue resuelta creativamente por una maestra que, sin mediar palabra, fue escribiendo los versos de un poema, suscitando entre los niños un diálogo fecundo y enriquecedor.
El viento me dice un nombre...
- ¿Copiamos?
- ¿Qué es eso, maestra?
- ¿No ves que es una oración?
-¿Pero nombre de qué?
-¡Ay, de mi amor! (gordita suspirando)
-No, de mi perro (risas)
...el nombre me trae un sueño
-Sueño me va a dar a mi si no hacemos nada. Estoy aburrido.
- Bobo,¿no ves que no es sueño de dormir? Es sueño de imaginar.
-¿De imaginar qué?
-Cosas. Lo que te haga soñar el nombre.
...el sueño me pone alas
¡Pah! Como Superman!
-Superman no tiene alas, tiene capa.
-Pero vuela.
-Si tenés alas podés volar.
-Como los aviones.
-O como los pájaros.
-Y las mariposas.
-Si te imaginás cosas lindas también volás.
...alas que me llevan lejos.
¡A la luna!
-¡A Marte!
¡A otro país!
¡A otro mundo!
-No hay otro mundo.
-Claro que sí, hay muchos en el espacio.
Y acá también, las plantas tienen un mundo.
-Y los animales.
-Y las hadas.
-Las hadas no existen.
-Pero el mundo de las hadas, sí.
-¡Ah, en los cuentos!
Vuelan juntas, esta noche,
mis alas y las del viento.
-¡Ah, era un poema!
De la mano de Roberto, tras las rejas de la cárcel, nacía, hace más de treinta años, el dibujo de esta niña. Hoy su mirada se abre aquí para revelarnos lo oculto y descubrir nuevas realidades. Roberto, en sus ojos, también nos mira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario