"Te puedes sentar, viajero, en esta casa de piedras: es tarde tal vez bajo tu bandera, en tu patria. Aquí siempre es temprano y el fuego está por encenderse (...) Tú, si quieres permanecer o disolverte, puedes hacerlo. Lo único que se exige es azul"

Estas palabras de Pablo Neruda me parecieron oportunas y cálidas para darte la bienvenida. Sean, entonces, la puerta de entrada a mi casa de palabras. Con ellas y las de Octavio Paz comenzamos a navegar.

..... " La poesía /siembra ojos en las páginas /siembra palabras en los ojos /
..... Los ojos /se cierran. /Las palabras se abren."

jueves, 30 de junio de 2011

De sapos y de príncipes

Sapo 1
Vino un sapo al jardín
bajo la lluvia
vino de no sé dónde
sin paraguas
su piel fría
moteada
su aguda lengua fina
sus ojazos absurdos
su racimo de huevos.
Vino un sapo al jardín
y cantó largamente
y yo esperé que fuera príncipe
que me llevara
a un palacio de luz
que me dijera...
       que me amara...
                que me quisiera...
Pero el sapo saltó
desde mis ojos
y se perdió en la lluvia.
            (de Los espejos de Anaclara)
  
Sapo 2
Un sapo iba diciendo por todas partes que era un príncipe, pero nadie lo creía. Como ya estaba harto decidió ir a palacio y exponer el asunto directamente al rey.
Al verlo llegar, el rey, al igual que hacía con todos sus súbditos, lo saludó diciéndole:
—¿Qué te trae por aquí, hijo mío?
Y al sapo aquello le bastó.
                            Víctor González
                              (de El hombre sin ayer)

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