"Te puedes sentar, viajero, en esta casa de piedras: es tarde tal vez bajo tu bandera, en tu patria. Aquí siempre es temprano y el fuego está por encenderse (...) Tú, si quieres permanecer o disolverte, puedes hacerlo. Lo único que se exige es azul"

Estas palabras de Pablo Neruda me parecieron oportunas y cálidas para darte la bienvenida. Sean, entonces, la puerta de entrada a mi casa de palabras. Con ellas y las de Octavio Paz comenzamos a navegar.

..... " La poesía /siembra ojos en las páginas /siembra palabras en los ojos /
..... Los ojos /se cierran. /Las palabras se abren."

domingo, 2 de octubre de 2011

Bartolomé Hidalgo

¿Sabías que Bartolomé Hidalgo fue Ministro de Hacienda durante el gobierno artiguista? me preguntó Germán Machado anoche, mientras festejábamos el premio otorgado a su libro Tamanduá Killer en la categoría literatura infantil-juvenil.
No, no lo sabía. Pero es coherente con su esencia. El primer canto de gesta de nuestra nacionalidad fue aquel himno que los niños salteños cantábamos en la escuela:

Orientales, la patria peligra
reunidos al Salto volad
Libertad, entonad en la marcha
y al regreso decid libertad.

Animémonos y vayan decía riendo don Olmos, un entrañable y sabio gaucho viejo que conocí en los campos de Cerro Largo. No era ésa la filosofía de Hidalgo. Arengó a volar y voló, y puso el hombro en lo que hizo falta, Ministerio de Hacienda o Dirección de Casa de Comedias.
Murió pobre, como vivió, y nadie sabe hoy dónde están sus huesos. Pero fue uno de los imprescindibles: un poeta popular.
Por eso, nos alegramos doblemente por el reconocimiento a la obra del amigo. Más allá de los premios, siempre es bueno que alguien reconozca nuestro trabajo. Y si es un Bartolomé Hidalgo, mejor.

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