"Te puedes sentar, viajero, en esta casa de piedras: es tarde tal vez bajo tu bandera, en tu patria. Aquí siempre es temprano y el fuego está por encenderse (...) Tú, si quieres permanecer o disolverte, puedes hacerlo. Lo único que se exige es azul"

Estas palabras de Pablo Neruda me parecieron oportunas y cálidas para darte la bienvenida. Sean, entonces, la puerta de entrada a mi casa de palabras. Con ellas y las de Octavio Paz comenzamos a navegar.

..... " La poesía /siembra ojos en las páginas /siembra palabras en los ojos /
..... Los ojos /se cierran. /Las palabras se abren."

jueves, 11 de abril de 2013

Superhéroes digitales


Los niños de la escuela Minerva, en Totontepec, los mismos que me han regalado ese hermoso muro blanco donde colgar mi poema, traducido a su lengua, admiran a los superhéroes. Nadie como ellos, dicen, para volar, defender a los débiles, poner sus superpoderes al servicio de los demás.
Lo cierto es que ayer recibí la noticia que esta tarde los niños de la escuela Minerva se comunicarían conmigo por chat. A la hora convenida llegó el primer mensaje:

- Hola, acá no hay servicio de cámara pero de las siete máquinas ya están escribiéndote los niños.

Me imaginé entonces la cara del encargado del pequeño ciber cercano a la escuela al verse invadido por esa pequeña y ruidosa multitud que pronto se adueñó, en pequeños grupos, de las computadoras disponibles. Y llegó el primer mensaje de los niños:

- Somos Oliver y Erickh.
- Hola, muchachos! Qué alegría! Hasta mi perro ladra saludándolos. Se llama Tucho.
- Mi perro se llama Bendxy
- Mucho gusto, Bendxy. Tucho te manda un apretón de pata.
- jaaajajajaj! Y yo lo agarro.

 Y aparecieron nuevas voces. Bueno, en verdad no eran voces, pero hasta me parecía oírlas:

- Somos Alma y Yair, ¿como estás, Mercedes? Acá estamos Arlen y Jaqueline, el director nos trajo al ciber para platicar contigo. Somos Henry y Daniel, te queremos contar que jugamos fútbol y nos trepamos a los árboles. Acá estamos Nadia, Rosa y Fanny ¿cómo son las estrellas del cielo de Uruguay? Somos Citlali, Celeste y Lilia ¿hay un volcán cerca de donde vives?

Durante casi una hora, asediada desde siete máquinas, contesté preguntas, registré pedidos (un poema de superhéroes, otro de un osito de azúcar, para mí uno de estrellas!) agradecí regalos (te vamos a hacer un abanico de papel!) hasta que al final, prometiendo repetir la experiencia, nos despedimos:
Besos! ¡Y ladridos!  adióooooooooos!

Me cuenta el director que se fueron emocionados y felices, que fue algo hermoso y enriquecedor. Sin duda lo fue, al menos para mí. Y me quedo pensando en cuánto nos quejamos, a veces, de la falta de recursos, de tiempo, de bibliotecas adecuadas, de oportunidades. Es evidente que los niños de la escuela Minerva no tienen computadoras personales, no sé si tendrán una biblioteca con el acervo apropiado ni si reciben frecuentemente visitas de escritores. Pero sé que tienen un director, Víctor Fuentes Martínez, que posee superpoderes: puede hacer volar las palabras, saludarse a los perros, intercambiar estrellas, humedecerse los ojos y latir más fuerte el corazón. ¡Con razón los niños de esa escuela admiran a los superhéroes! Los que tienen creatividad, entusiasmo, compromiso, amor a lo que hacen.
Si ven entonces una estela en el cielo mixe de Totontepec, no se pregunten: ¿Es un pájaro? ¿Un avión? No, sin duda es Victormán!

3 comentarios:

  1. ¡¡Estos niños ya no serán capaces de vivir sin ti, Mercedes!!
    Tú serás su bombilla de Edison.Otra estrella para las bellas noches de Totontepec...
    Yo sé lo que significa que en una escuela escriban tu ppoe,ma en sus muros. Tengo uno en un colegio de O Barco de Valdeorras, Orense justo al lado de otro de una autora gallega en su lengua.
    Esos niño y maestros con los que compartí un magosto(la fiesta de las castañas en otoño) me regalaron la sorpresa máxima. Dijeron todo con un gesto.¡Cuando hablan las paredes, ya casi todo va hablando!!
    Enhorabuena la profesor, a la poeta y alos chicos que os han hecho encontraros. Abrazos y versos.

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  2. Y eso que no tienen XO, Matías!

    Gracias, Rosa! Sí, son experiencias inolvidables! Qué suerte poder vivirlas!

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