"Te puedes sentar, viajero, en esta casa de piedras: es tarde tal vez bajo tu bandera, en tu patria. Aquí siempre es temprano y el fuego está por encenderse (...) Tú, si quieres permanecer o disolverte, puedes hacerlo. Lo único que se exige es azul"

Estas palabras de Pablo Neruda me parecieron oportunas y cálidas para darte la bienvenida. Sean, entonces, la puerta de entrada a mi casa de palabras. Con ellas y las de Octavio Paz comenzamos a navegar.

..... " La poesía /siembra ojos en las páginas /siembra palabras en los ojos /
..... Los ojos /se cierran. /Las palabras se abren."

miércoles, 15 de mayo de 2013

Una llorona diferente

¿Qué magia especial tiene para nosotros la leyenda, ese relato situado en un espacio impreciso entre el mito y la realidad? ¿De donde viene su atracción, ese halo de misterio que envuelve las palabras y atrapa a grandes y chicos por igual? Tal vez lo que convoca es la posibilidad de dar fundamento a una cultura al integrar un elemento en lo cotidiano, en la historia de una comunidad. Saber que allí mismo, en ese río, en esa calle, en la casa abandonada de la esquina ha ocurrido -y vuelve a ocurrir cada vez que lo contamos- un hecho fantástico, nos hace sentir que formamos parte de un universo particular.

Y cuando decimos leyenda entre los niños inmediatamente surge la figura de La llorona, personaje que ha trascendido fronteras apoderándose de formas de comunicación poco comunes al género: películas, canciones, libros, y aún programas de televisión. Todos han oído hablar de La llorona, todos conocen una versión distinta del relato. Y la discusión se plantea: ¿cómo es. en realidad, la verdadera historia de La llorona?

Al comenzar a investigar queda en evidencia el principal rasgo de la leyenda: su multiplicidad de versiones que, más allá de algunos elementos comunes, recoge particularidades de cada región, de cada país. Y se suceden las lloronas: la mexicana, tal vez la más conocida y arraigada en la tradición, pero también la Pucullén chilena, la María Pardo de Antioquia, la Tarumama de Pasto, y hasta nuestra llorona local, la del Parque Rivera que, al igual que todas sus hermanas, vaga en las noches clamando por sus hijos perdidos. Porque si bien algunas han matado a sus hijos y otras los han perdido por un descuido o por un accidente, en todas son idénticos el desconsuelo y el sufrimiento.

Conocida entonces esta característica especial de la leyenda, la tentación de crear una leyenda barrial es muy grande. La zona donde se ubica el colegio, fuertemente comercial, provee de escenarios muy sugestivos.  Y las propuestas de los niños se multiplican: una llorona perdió a sus hijos arrojándolos por la escalera mecánica del shopping, cansada de oírlos decir: -Mamá, comprame, comprame!, otra se olvidó de ellos en la calle cuando entró en el spa a hacerse un tratamiento de belleza, una tercera vio, aterrada, cómo los niños la abandonaban por alcanzar un combo de comida rápida que los premiaba con los últimos aliens y monstruos.

Era evidente -y gratificante- adivinar cierta visión de crítica social en los textos. Sin duda la intensa movida comercial de los días previos, con motivo del día de la madre, había disparado la reflexión de los pequeños autores. Tal vez también la correspondiente avalancha de frases hechas de estos días sobre el amor inconmensurable de las madres haya influido para que en todos los textos las madres reaparecieran después como figuras fantasmales llorando por sus hijos.

Una propuesta, sin embargo, da un giro inesperado: la madre compra un automóvil cero quilómetro y sube en él con sus hijos. Pero en seguida ve un accesorio para el coche que se le antoja imprescindible. Baja a comprarlo y cuando vuelve ve, desesperada, como dos jóvenes suben al auto y se van en él, llevándose a los pequeños. Desde entonces, en las noches de luna, se puede ver la silueta blanca de una mujer que cruza la calle clamando, lastimera: ¡mi auto! ¡mi auto!

1 comentario:

  1. Buenos días, Mercedes. Hace uno meses colgué en mi blog historias que de niños se contaban por Barranco, mi morada. Si te interesara, te pongo el link: el bebedor de la noche: HISTORIAS MISTERIOSAS DE LA INFANCIA

    http://elbbdordelanoche.blogspot...

    Te sigo leyendo. Saludos.

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