"Te puedes sentar, viajero, en esta casa de piedras: es tarde tal vez bajo tu bandera, en tu patria. Aquí siempre es temprano y el fuego está por encenderse (...) Tú, si quieres permanecer o disolverte, puedes hacerlo. Lo único que se exige es azul"

Estas palabras de Pablo Neruda me parecieron oportunas y cálidas para darte la bienvenida. Sean, entonces, la puerta de entrada a mi casa de palabras. Con ellas y las de Octavio Paz comenzamos a navegar.

..... " La poesía /siembra ojos en las páginas /siembra palabras en los ojos /
..... Los ojos /se cierran. /Las palabras se abren."

sábado, 16 de febrero de 2013

Escribir a pedido

Celosos de nuestra libertad, muchas veces los escritores somos reacios a escribir a pedido. Sentimos que ello limita nuestra inspiración, acota nuestro enfoque, tal vez hasta impide nuestro vuelo.
Sin embargo, un pedido también puede abrirnos un abanico de nuevas posibilidades al plantearnos temas o miradas que quizás no hubieran surgido de nuestra sola iniciativa. He escrito a pedido algunas veces y siempre he descubierto, una vez comenzada la tarea, que ella siempre nos da satisfacciones si la emprendemos con honestidad.

Hoy he recibido un nuevo pedido. Sé que cumplirlo me traerá problemas, que sentará precedentes y tal vez mi escritura deberá abordar temas aún más insospechados. Pero ¿quién se resiste a un pedido como éste?


Con entusiasmo y alegría infinitos he escrito la respuesta:

                                                                                           para Oliver
  

El dinosaurio a lunares
que vive en el Uruguay
me reprochó esta mañana:
-¡Aquí alebrijes no hay!
 
¡Yo quiero recorrer mundo, 
visitar Totontepec,
ir a la escuela Minerva
y saludar a Oliver!
 
Y volando entre las nubes
a Oaxaca se marchó.
Convídenlo, cuando llegue,
con tamales de frijol.
 
Sabiendo que hay un lector ávido de nuestra respuesta, ¿qué importa que el tema no nos lo haya soplado al oído alguna musa y que su tratamiento esté más cercano a la versificación que a la poesía?
Un dinosaurio a lunares saldrá desde Uruguay, cruzando la Sierra Mixe y descenderá en la escuela Minerva a comer tamales de frijol de la mano de Oliver.
¿Qué otra función más hermosa puede cumplir la poesía?




3 comentarios:

  1. Qué grande Oliver y qué grande Mercedes!!

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  2. ¡Oh, qué bella historia, Mercedes!
    Oliver, el poema, los tamales, los dinosaurios y vos.
    Un abrazo.

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  3. Bello, tierno. Un abrazo, Mercedes, desde mi morada de Barranco.

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